lunes, 9 de enero de 2017

Hervé Tullet... Un imprescindible en infantil

Artículo de Amanda García en el periódico “El Mundo”.

Hervé Tullet, un niño grande que enseña a crear

Buscando historias en una librería de Madrid para leer a mi hija fue como descubrí a Hervé Tullet. Entre Peppa Pig y Blancanieves, me fijé en Un libro -es el nombre de la obra-, donde el color, las formas y la intuición invitaban a perderse por sus páginas una y otra vez. Arriesgada e inteligente, a raíz de este hallazgo compré otros títulos de este ilustrador francés afincado en Nueva York. Ahora, Tullet quiere trasladar a las casas sus famosos Talleres de Arte.
También lo hace a través de un libro. En su línea, donde casi nada es lo que parece. Absténganse los que sufran si los niños manchan las paredes o pintan la mesa. Aquí llama a grandes y pequeños a disfrutar -con todo lo que esto conlleva- con una serie de actividades artísticas. "A compartir, que es de lo que se trata la vida", explica al otro lado del teléfono. Con decenas de títulos ya publicados, Tullet ha organizado talleres con niños por medio mundo. De Los Ángeles a Japón, haciendo escala en Malaui y Londres. Hace 20 años empezó a trabajar con ellos y en ello sigue con las mismas ganas del primer día. Se despidió del mundo de la Publicidad -estudió Bellas Artes- para enseñar a los más pequeños "a crear en libertad".
Tullet, que también es padre de tres hijos, parte de la premisa de que "el arte no es un fin sino un medio". No hay cuadros bonitos o feos. Él confía en la intuición de los niños y en unas dinámicas de grupo que incluyan a todo el que participa. A partir de ahí, nada está escrito. Es habitual verle descalzo, con los vaqueros y la camiseta llenos de pintura, megáfono en mano, en algunos de sus talleres, que se han convertido en ocasiones en sesiones de arte en directo. "Cuando la gente siente que vive un momento especial, se desinhibe más. Es algo que motiva". En su libro Diviértete. Talleres de Arte con Hervé Tullet (Editorial Phaidon) propone actividades artísticas para que adultos y niños potencien su lado más creativo juntos. Siempre integrando el factor sorpresa como aliciente. Y valorando que los garabatos y las manchas también pueden alcanzar la categoría de arte dentro de este mundo de juegos. Ya lo decía el poeta Charles Baudelaire, "el genio no es sino la infancia recuperada a voluntad".
Conocido en Francia como el príncipe de los libros de Preescolar, Tullet insiste en la importancia de que haya una persona al frente de cada taller doméstico. "Él es el encargado de motivar y estimular a los chavales. Marca el ritmo y mantiene la tensión para que puedan crear lo inesperado", explica. No se trata de hacer las cosas bien o mal. "De un vaso con pintura que se cae o de una mancha no deseada siempre se puede obtener algo estimulante", reconoce con toda tranquilidad.
Los cumpleaños infantiles o las reuniones de fin de semana se pueden transformar según los capítulos: Un campo de flores, donde se trabaja con témperas; el gran banquete, en el que los objetos cotidianos ayudan en el proceso creativo; Quién es más rápido, juego que consiste en dibujar y pasar rápidamente el papel a otro compañero, obligándole a improvisar, lo que permite que el resultado final de la composición siempre sea sorprendente... Y así hasta 11 propuestas para que el arte -y sobre todo la diversión- fluya.
Este amigo de los niños publicó su primer libro en 1994. Cree que frente al exceso de portátiles, tabletas y móviles que rodea a los pequeños de la casa los libros deben dar la batalla. "Perderemos, pero lo importante siempre es participar", asegura entre risas. "Mi objetivo es hacer cosas interesantes. Ésa es mi lucha".
Un libro hizo que su nombre se pronunciara en medio mundo. "No esperaba tanto eco de algo tan simple". Quizá en eso radique su éxito: en hacer de lo sencillo algo interesante.